Nosotros

Somos una organización libre, voluntaria y democrática, constituida para el estudio, mejoramiento y defensa de los derechos individuales y colectivos de nuestros afiliados.

Nuestros Objetivos apuntan a la lucha por:

  • Obtener un salario adecuado y digno.
  • Mejorar las condiciones de trabajo.
  • Proteger la estabilidad laboral.
  • Garantizar la continuidad de las reivindicaciones sociales y económicas.
  • Asegurar el respeto de los derechos humanos (libre asociación, de pensamiento y de expresión).

Nuestros Principios fundamentales son: 

  • La Libertad
  • La emocracia
  • La Paticipación
  • La Responsabilidad
  • La Solidaridad

Historia de SINPOSALTO

Nuestro sindicato nació como nacen todas la iniciativas de personas afines en su manera de pensar y conducirse, con necesidad de tener un espacio donde luchar unificados al resto de policías bien intencionados, sin compromisos con nadie mas que con aquellos que comprendieron que sin lucha no hay logros y que nos honraron designándonos para estar en las vanguardias de las batallas, aquel 13 de Noviembre en la Carpa levantada frente al Shopping Salto, en lo que constituía la segunda demostración de unión del colectivo. (La 1ra. fue en 1992 en Parque Harriague, durante el Gobierno de Luis A. Lacalle).

Nacimos como filial de otro sindicato dentro del cual rápidamente nos dimos cuenta que no teníamos futuro, porque allí solo prevalecía y tenía andamiento aquello que planteara la cúpula, el resto de las filiales departamentales "estábamos pintados".

Durante mas de un año trabajamos excelentemente bien a nivel departamental, mientras luchábamos en la órbita nacional, que nuestros directivos se avinieran con el Ministerio del Interior, a quien querían "obligar" a que no conversara con los otros gremios policiales que ellos consideraban eran amarillos porque no tenían siquiera personería jurídica.

Hoy ya no estamos con ellos, nos independizamos sindical y económicamente, poseemos personería jurídica pero igualmente ellos siguen con su vieja política de intentar amordazarnos y presionan sin éxito al Ministro para que no dialogue con nosotros y nos desconozca.

Pero bueno, por suerte creemos estar por encima de esas cobardes artimañas y logramos hacernos escuchar perfectamente bien por quienes queremos que nos oigan.

Nos cansamos de dar vueltas por todo el País intentando convencer –sin suerte- a los directivos nacionales de que las asambleas son soberanas, al igual que los estatutos que se aprueban para ser leídos y respetados por todos.

Lo único rescatable de ese pasaje fue conocer a casi la totalidad de policías sindicalistas con quienes nos honra haber entablado una gran y sincera amistad.

Hoy miramos con orgullo los logros obtenidos y podemos exhibirlos como realidades sin necesidad de vivir disculpándonos ante nuestros afiliados por cosas que no pudimos conseguir o hacer.